
Sabemos que Oxford se ha unido a la tendencia de desterrarlo todo menos los vehículos alternativos. La fecha está fijada en 2020, año en el que se prohibirá la entrada al centro de vehículos diésel y gasolina. Desde el Consejo Municipal de Oxford han declarado que todos los que utilizan vehículos gasolina o diésel contribuyen a empeorar el aire tóxico de la ciudad, y que eso tiene que cambiar. Y ante el alud de escándalos por parte de la industria del motor, con centro neurálgico en Alemania, el gobierno británico va a endurecer su legislación ante el engaño.

Las propuestas se presentarán en una consulta gubernamental, otorgando a la industria automotriz y otras partes interesadas la oportunidad de expresar su opinión antes de que se forme una nueva normativa. Gran Bretaña ya advirtió que prohibirá la venta de todos los nuevos automóviles diésel y gasolina a partir de 2040, siguiendo los planes de Francia y los alcaldes de París, Madrid, Ciudad de México y Atenas, que pretenden prohibir los vehículos diésel de sus centros urbanos en 2025.
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